El fiscal jefe Agustín García confirmó que la investigación por el asesinato de Azul Semeñenko, la trabajadora estatal trans desaparecida el 24 de septiembre y hallada sin vida el 15 de octubre, se orienta hacia la hipótesis de un crimen de odio. El informe de autopsia determinó que la víctima sufrió múltiples lesiones provocadas tanto con un arma blanca como con elementos contundentes, lo que refuerza la línea investigativa principal.

“Por la cantidad y ubicación de las lesiones, trabajamos sobre la hipótesis de un crimen de odio”, sostuvo García. El fiscal explicó que desde el Ministerio Público Fiscal, junto al Departamento de Seguridad Personal y la División Homicidios de la Policía de Neuquén, se están desarrollando distintas medidas investigativas para identificar al responsable del hecho.

Recordó además que desde 2012, la legislación argentina reconoce la identidad de género y establece en el Código Penal un agravante para los homicidios cometidos por odio hacia dicha identidad. “Cuando surjan datos relevantes para el esclarecimiento del caso, los primeros en ser informados serán los familiares de la víctima”, señaló el fiscal, subrayando que por el momento se preservan ciertos detalles para no entorpecer la investigación.

El cuerpo de Azul fue hallado tras varios días de intensa búsqueda en la zona del río Limay y la península Hiroki, donde se habían concentrado los rastrillajes. Su desaparición y posterior crimen generaron profunda conmoción y reclamos de justicia por parte de organizaciones de derechos humanos y colectivos de diversidad.