En diálogo con Radio 7, Mónica Fabeiro, vecina afectada por la construcción sin autorización, explicó que la obra inició el 19 de febrero, cuando los vecinos notaron movimientos de trabajadores y maquinaria sobre los terrenos. Al acercarse para pedir explicaciones, los empleados informaron que la obra estaba relacionada con una base para controlar la electrificación de Balsa Las Perlas. Los propietarios afirman que la empresa no consultó ni notificó sobre la ocupación.

Los lotes fueron comprados entre 2017 y 2020 a través de la Asociación Civil Ruca, una entidad reconocida en la zona por la venta de terrenos. Sin embargo, los dueños señalan que la falta de titularización oficial agrava la situación, ya que el municipio de Cipolletti aún no ha regularizado estas tierras.

Al notar la intervención, los afectados acudieron a la delegación municipal, donde el delegado Carlos Aimasso manifestó desconocer la obra. Según Aimasso, en noviembre de 2024 Edersa solicitó permiso para realizar la construcción en el barrio Nick, pero la petición fue denegada. No obstante, los trabajos continuaron sin autorización oficial.

Los vecinos presentaron un acta el 20 de febrero, exigiendo explicaciones a las autoridades. Hasta el momento, ninguna institución ha brindado respuestas claras sobre la ocupación de las tierras. Los propietarios afirman que los trabajos ya incluyen zanjas y la instalación de postes para la futura red eléctrica.

Entre los terrenos afectados hay al menos cuatro lotes con infraestructura básica como alambrados y pozos, lo que evidencia la apropiación sin aviso. En uno de los lotes también había una casilla prefabricada, cuya situación actual se desconoce, ya que los obreros continuaron con las tareas.

La zona de Las Perlas ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años, aunque sin planificación urbana ni control municipal. Esta situación ha favorecido la aparición de irregularidades, como la ocupación de tierras sin autorización.

Los propietarios esperan que la denuncia pública sirva para obtener respuestas y frenar la construcción sobre sus lotes. Mientras tanto, la comunidad permanece atenta a las acciones que puedan tomar las autoridades para regularizar la situación y proteger los derechos de los vecinos.